SORA:
es un joven despreocupado e impulsivo procedente de Islas Destino tiene 16 años es obsequiado con la Llave Espada, un arma capaz de acabar con los Sincorazón
RIKU:
es el mejor amigo de Sora,tiene 18 años. ha experimentado múltiples cambios de personalidad a lo
largo de su vida. Durante su infancia y hasta el día en que abandonó sus islas, Riku era un chico enérgico y despreocupado que lo único que quería era vivir aventuras lejos de su mundo. Pero fueron precisamente sus ansias las que le hicieron caer en un abismo de oscuridad.
KAIRI:
Es una princesa del corazón, tiene 16 años. es una chica alegre y jovial, a la que no le importa el hecho de desconocer su pasado, aunque de vez en cuando mencione que no le importaría conocerlo.Muestra valor y coraje al igual que paciencia y esperanza por estar con sus dos mejores amigos.
es un enigmático incorpóreo, tiene 18 casi 19 años, al parecer tiene una fuerte amistad con Sora/Roxas. es el miembro número VIII de la Organización XIII, apodado La Ráfaga de Llamas Danzantes. Es uno de los pocos del grupo que cuenta con un gran peso argumental, estando presente tanto en la historia de Sora como de Roxas. Su pelo rojo llama la atencion recordando pues a su elemento: el fuego. Es el más humano de los miembros de la Organización XIII, llegando casi a poseer un corazón de verdad
ROXAS:
es el incorpóreo de Sora tiene 16 años, es un antiguo miembro de la Organización XIII su nombre proviene de una anagrama de Sora(Sora+x=Roxas), nació cuando Sora liberó su corazón para restaurar el de Kairi. Aunque el corazón de Sora pronto fue restaurado, Roxas resistió y siguió siendo, olvidando la existencia de Sora como la mayoría de su vida
NAMINÉ:
es el incorpóreo de Kairi, tiene 16 años, nació sin memoria y sin el conocimiento de que había emociones, debido a la naturaleza inusual de su nacimiento. Debido a esto ella se limitó a seguir las órdenes de quien estaba cerca de ella porque era la única influencia que ella tenía, Ella es muy tranquila y frágil.
SINCORAZON:
Criaturas oscuras, que se forman cuando el corazón de una persona cae presa de la oscuridad. Poco se sabe de ellos, salvo que son una colmena infinita, sin vida, sin alma, sin sentimientos, sin pena. Ellos sólo tienen un objetivo natural, programado, e incambiable: destruir. Devorar mundos.





